jueves, 7 de abril de 2016

OTRAS PENSADILLAS


SOBRE EL DIÁLOGO



-Tomar las palabras al pie de la letra es poner la razón al pie de los caballos.


-Eso no es dialogar, eso es enredar y tirar del anzuelo.



-Por la boca muere el pez: que es quien  traga la palabra en vez de escucharla.


-La palabra que está solo escrita es letra muerta, como el trigo en el granero que no alimenta a nadie.


-El diálogo que se enrolla, que da vueltas sin ir hacia delante no tiene sentido: como el camino trillado que no va a ninguna parte. No es diálogo.
 

-La palabra viva no repite curso. La palabra muerta no dice nada, se para: que pasar sin reparar es dar vueltas y trillar sin aventar.


-Y reparar es comenzar a pensar, es leer e interpretar, y todo eso sí que es dialogar.


-Pensar es reflexionar, más no reflexión completa y por tanto diálogo para entenderse consigo.


-Dialogar es pensar para entenderse con otro que es la manera más adecuada de volver sobre sí mismo.


-Hablando se entienden los hombres: mutuamente y consigo mismos, como tú y yo en relación: y entre nosotros.


-En el el diálogo consigo mismo, la procesión va por dentro  y el pensamiento discurre.


- El que discurre solo no comparte miaja, y al recordar se recome.


- En el diálogo con otros la procesión se comparte , ¡y el pensamiento se manifiesta!


- El monólogo es tocar el bombo, ya sea por dentro o en la plaza: nada que ver con la palabra cabal.


-Apenas la afirmación contundente y fanática - individual o colectiva, unánime o desalmada - contra los otros. Es puro ruido para matar el silencio, como pedrada a las palomas.


-Nada que ver con la concordia , los acuerdos y los acordes. Ni con el pan que se comparte, compañero. Y poco con el recuerdo que nos recome.


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