jueves, 24 de septiembre de 2020

 


VERSO SUELTO


Un amigo me comenta que acaba de llamar por teléfono, y el teléfono no estaba disponible. Es decir, estaba desconectado, no el aparato -que también- sino la persona a la que llamó y ha dejado de ser atenta para él. No es la primera vez ni un caso aislado. Lo que se decía ya hace muchos años y yo mismo escuché siendo niño: “parientes y trastos viejos pocos y lejos”, parece hoy un mal consejo de Pero Grullo. Sobre todo si el pariente es además de un trasto que no sirve ya para nada, un viejo que requiera mucha atención. La mínima atención es escuchar, no basta con oír por supuesto. Pero aún eso, oír al menos de entrada se evita desconectando.

Es una pena. Aunque no se pague la culpa en metálico, lo que se pierde con eso no tiene precio. La sabiduría de la vida, lo que se aprende por experiencia, es la mejor herencia de los ancianos: del viejo el consejo. Pero hoy por desgracia, se confunde el valor con el precio, como dijo Machado, y lo que vale no son los buenos consejos que se dan gratis sino todo y solo lo que se cotiza bien en el mercado.


(Septiembre año 2020)