¡HAY QUE ANDAR!
Convencer no es solo
vencer, es vencer con otro. Es avanzar en el camino, compañero,
hacia la victoria final de todos nosotros: que es la paz y la
concordia después de todo. Mientras tanto nos queda la pregunta
abierta que se cierra por detrás como el camino y se abre hacia
delante como el diálogo. La pregunta aquí plantada entre los dos,
en el presente. Aquí y ahora, en el espacio donde se tiene el
cuerpo: en el lugar, y en el momento en que se toma la decisión.