Somos mortales, y eso es
lo que nos pasa: que morimos. Sin embargo, como decía Hanna
Arendt, “no nacemos para acabar sino para comenzar”. Morir es un
accidente de la naturaleza. Vivir, en cambio, es para los hombres lo
que hacemos en vida y por la vida y nunca lo que nos pasa. La muerte viene sola el
día menos pensado, como un ladrón. Pero la muerte llega siempre
tarde para quitar la vida a quien la da y se desvive por otros. Si
vivir es desvivirse, el que se desvive no muere.
viernes, 15 de febrero de 2013
RECORTAR
Podar
contra la esperanza
como recorta el Gobierno,
es quitar la confianza
para no perder el tiempo
Que esto es robar a los pobres
lo poquito que les queda
para que a pocos
les sobre
de todo menos
vergüenza.
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