NO
MATARÁS
Francisco
se ha comprometido en la defensa de la vida humana sin excepciones y
, en consecuencia, en la abolición de la pena de muerte en todo el
mundo por ser a su juicio “inadmisible” e incompatible con el
Evangelio. Está visto que Francisco no ha venido a juzgar a nadie y
está por ver si Jesús – que tampoco – ha de volver al fin de
los tiempos para condenar a los malos a la muerte eterna. Sea lo que
fuere al fin y al cabo, en el tiempo - aquí y ahora - lo que nos
toca no es matar a nadie sino desvivirse por todos. Pero eso es vivir
a tope, que vivir es dar la vida sin quitársela a nadie y morir es
solo lo que nos pasa. Lo que debemos hacer, por tanto, es vivir y
ayudar a vivir. Pienso, incluso, que la muerte eterna bien pensado es
el pecado que lleva consigo la penitencia. Y puede que el juicio
final no sea más que eso, lo que uno se ha buscado. Pero dejemos eso
para los teólogos.