EGOISMO DISPARADO
Una persona atenta es la que atiende, la que escucha y la que cuida. La que acoge.
Lo contrario de una persona atenta o acogedora, es un
desentendido que se desentiende de los otros y va a lo suyo, sin
escuchar ni atender a nadie. Metido en el agujero de su propia
piel y encerrado con sus intereses, encapsulado en su egoísmo, el
desentendido se dispara como una bala , no sale al encuentro de
nadie y tropieza con todos los que se cruzan o se ponen delante en
su camino: no cede el paso, ni la palabra, no por nada sino porque
ni siquiera los ve, no los considera, y al no parar ni reparar en
ellos, los quita de en medio como se quita una piedra al tropezar
con ella.
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