martes, 24 de enero de 2017

NO ES UN TEMA, ES EL PROBLEMA


RAZÓN Y FE


El principio de la filosofía es el asombro, como dijo Aristóteles. Y también  el final:  la filosofía nos deja con la boca abierta, sin decir nada.


Y con el corazón abierto, para escuchar.... el Silencio.



Pero eso es lo que creo, y lo que espero.



¿Es la pregunta después de todo lo que podemos decir, una primera respuesta? ¿Por qué la abrimos si nadie nos llama?



Una puerta sin camino no se abre, una puerta que no se abre ya no es una puerta.



Un corazón abierto no descansa, y está muerto si está encerrado.



Dijo San Agustín:“Nos hiciste,Señor, para ti,y nuestro corazón está inquieto,hasta que descanse en ti”



La fe, esa fe [ No fe en la fe y , por tanto, en cualquier fe; porque eso es fanatismo, una locura  de la fe que se muerde la cola ] es de los más razonable [ Credo, Domine; adjuva incredulitatem meam ].

La filosofía ,en cambio, sin ninguna fe es de lo más absurdo.

No se cree para no pensar, ni se piensa para dejar de creer.

Credo ut intelligam, intelligo ut credam  (San Anselmo)

La fe es un acto de confianza, más una práctica que una teoría.

 

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