viernes, 20 de mayo de 2016

LA MADRE ABANDONADA

TIERRA ABANDONADA

Después del incendio producido en el cementerio incontrolado de neumáticos en la localidad de Sesenia en la madrugada del viernes de la semana pasada, los niños de El Quiñón, la urbanización promovida por el empresario Francisco Hernando - alias, El Pocero - vuelven a la escuela. Esa es la buena noticia.

  Y la mala, que haya sucedido lo que nunca debió haber sucedido: que se haya ensuciado una vez más la atmósfera que respiramos sin limpiar en absoluto la tierra que nos sustenta. Pero la peor de todas es que ese atentado contra la salud pública y la vida en este planeta, pueda repetirse el día menos pensado en otros solares que después de reventar la burbuja inmobiliaria se han convertido en escombreras inmundas.

Aquí mismo en Zaragoza, estos solares por mucho que se diga y que se haga - aunque se vallen y pinten, se limpien de vez en cuando y los cuide el Ayuntamiento o cultiven los vecinos pero menos - no dejan de ser lo que son y su destino es precario sin mayor colaboración ciudadana. Pero la situación se agrava en las urbanizaciones inhabitables e inhabitadas de este país, que fueron un sueño antaño y hogaño son una pesadilla por no hablar de una estafa : presencia en todo caso de un bienestar ausente son las estructuras que se alzan como un grito en el desierto; mientras los solares o terrenos abandonados a las ratas por las juntas de compensación de propietarios ilusos y engañados donde se esconden -las ratas, digo- emiten en silencio un hedor que trasciende aunque no se vea. Justo desde la tierra y en la tierra donde antes pudo verse el verde de la huerta y percibir acullá el perfume intenso de los montes.

Se ha dicho en este mismo periódico que “ese humo venenoso que aureola los bloques construidos por el Pocero sintoniza con oscuras noticias: los escándalos políticos, el fraude fiscal, las estafas financieras a gran escala... la mentira constante” De acuerdo, José Luis. Y al recordarte aquí me acuerdo de “aquella cosa”, ya sabes, de Gran Scala que no fue por ventura y pudo ser por desgracia. Sin embargo no es de eso de lo que quería escribir hoy, ni del 15 M que se apaga aunque algo queda - ¿podemos?, quizás...., ya se verá- ni de los gobernantes que dan muy poco de sí, ni de los “cerdos” [ Perdón, no sé como llamarlos. Pero como son muy pocos, nada humanos y además no se enteran por mucho que se grite.... ¡pues eso! ] que dan todavía menos y engordan sin conocimiento, ni de la corrupción de la política que apesta, ni del fraude fiscal..., ni siquiera de la educación en general que es de todas formas a mi juicio la única salida que tenemos pero muy a largo plazo. No me apetece hoy montar el cirio, ni echar leña al fuego de la indignación popular aunque sea justa. Porque la situación ya está que arde y me temo, incluso, que se produzca una humareda de otra especie pero que también pasa y se disipa sin que pase nada. Por eso prefiero encender una vela a la esperanza humildemente y sugerir algo desde el rincón de mi vejez, levantar el dedo y decir por si alguien se interesa y me hace caso que también se puede -sobre todo los jóvenes aunque nunca es tarde, ¡pero ha llegado su hora!- limpiar, cuidar y cultivar solares abandonados y convertir en huerto, en tierra prometida, lo que es hoy tierra maltratada y descuidada. Si eso es lo que hizo hace siglos un fraile agustino, cuyas son estas hermosas palabras: “Del monte en la ladera / por mi mano plantado tengo un huerto / que con la primavera / de bella flor cubierto / ya muestra en esperanza el fruto cierto”, ¿por qué no ha de poder hacer lo mismo en el nuestro un compañero amante de la tierra? Ese es el camino, y un ejemplo a seguir.

Ah! Me olvidaba decir algo muy importante: que el solar abandonado que hay que cultivar no está sólo por ejemplo en San Gregorio, donde hay 36 hectáreas registradas por el Ayuntamiento de Zaragoza en el banco de tierras creado para el programa Huertas Life del Km.0; aunque también, claro, y tal como suena : treinta y seis hectáreas, que no son moco de pavo por más que sean aún para el caso el chocolate del loro. Razón de más para decir lo que olvidaba: que la primera tierra a cultivar está más cerca y que esa tierra es uno mismo, como dijo San Agustín. Y si tú no la cultivas, compañero, si no cuidas tu parcela de humanidad , el humus que tienes y te ha tocado en suerte, te advierto que serás en todo caso un pocero donde quiera que estés aunque seas alcalde o presidente del gobierno. No pasarás de ser un malnacido de la Madre que entre todos tenemos abandonada

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