lunes, 23 de mayo de 2016

DESDE MI VENTANA, 83



LA  PALBRA IMPOSIBLE


“Tenemos que hablar, ¿por qué no te sientas? Así comienza una conversación y se mantiene hablando una relación humana. Porque los hombres se entienden hablando, quiero decir las personas humanas, por supuesto.


Pero ya no tenemos tiempo para hablar o apenas, ni con quien hablar y faltan lugares donde poder hablar tranquilamente, y más aún para escuchar. Cuando no es el ruido que nos envuelve es la propaganda, la publicidad o el otro que se enrolla – como uno mismo, claro, ¿por qué no lo reconocemos? - y nos quita la palabra. ¿Qué puede la palabra contra el ruido del mercado, los gritos de la propaganda y de los sordos con tantas ganas de hablar ? No más que Don Quijote contra los molinos de viento. Eso parece.

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