En la Veu del Baix Matarranya
y hasta ahí alcanzo con mis recuerdos y esperanzas, con
mis ocupaciones y preocupaciones. No podemos evitar lo que pasa y nos
pasa, lo que nos toca y nos afecta: lo que vé d´entallá, de
Catalunya, pase el Matarraña i se adentre entadins al Aragó y
a la inversa. Me preocupa , por ejemplo, que en Zaragoza nos llamen
“polacos” perque no parlam castellá i a Barçelona
reivindiquen esta terra nostra que críe farigola com a
Girona encara que naltres digam lo timó y huele mejor que aquella. Me molesta que en Aragón se boicotee la compra de productos
catalanes y en Cataluña se retengan los bienes de Sijena. Y me
irrita sobre todo que los patrioteros de acá y de allá sean
iguales como dos gotas de agua y a la vez incompatibles . Que estén
a matar por las camisetas que visten, que en eso han ido a parar
sus banderas y a la inversa: en un trapo que tapa sus vergüenzas.
En esa fuga hacia atrás o huida hacia delante, que es lo mismo, sin
ir a ninguna parte donde vivir en paz con los vecinos, me dan ganas
de cantarle al fugitivo: “Dónde estas Puigdemont, matarile ,
rile. rile. Dónde estas Puigdemont, matarile rile ron, pin, pon”.
¿Estará en Bruselas? Pero Cataluña , compays, está tocan a l´Aragó
y no irá a ningún sitio si catalanes y aragoneses no somos buenos
vecinos. En la Franja ya sea del Ponent o de Salient según el
punto de vista, hay mucho hilo para hacer un bordado donde hay un
roto: que los desgarros se cosen por las costuras y es así como se
salvan las diferencias. De nosotros, que hablamos catalán y somos
aragoneses, depende en parte que los bordes de uno y otra lado, los
patrioteros, se entiendan y no hagan un descosido. ¡Visca
Catalunya lliure en una España grande y libre dentro de
Europa!.¡Entavant!
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