sábado, 10 de junio de 2017

LA CAÑA


¿FIDELIZAR?


        La lengua es como la constitución que hay que respetar porque es de todos, es decir, del pueblo soberano y no está bien que cualquiera la cambie si le pete. No obstante hay quien inventa palabros que después se imponen por el uso y acaban en el diccionario, como es el caso de fidelizar 


 que es lo que hacen los mercaderes con los clientes, los banqueros con los ahorradores, los curanderos con los enfermos, los productores con los consumidores y los políticos con los electores... Hablando en plata fidelizar es crear una dependencia o una adicción. Es lo que hacen los pescadores de hombres como si fueran peces : cebar. El pueblo respetable es para ellos el caladero, el cebo la publicidad con letras grandes e imágenes seductoras y el anzuelo la letra pequeña de los prospectos para curarse en salud y el lenguaje de los expertos que oculta el engaño. ¿Se lo envuelvo? No, gracias. Prefiero saber lo que compro.

         No somos besugos ni idiotas, ni vamos siempre por ahí
nadando con la boca abierta. Pero el público en general no es tan respetable como dicen los pescadores para atraer a la gente con sus halagos y bastante más de lo que piensan cuando pretenden cebar a las personas.

         Somos débiles, tenemos necesidades y dependemos de quienes pueden satisfacerlas. Sabemos que en este mundo nada se nos regala y los que venden lo hacen con ánimo de lucro y , con frecuencia, buscando nuestro dinero con malas artes. Contra esa caña, la que pesca, se alza la caña que piensa como decía Pascal.Es lo único que nos da moral, o su principio como también dijo Blas. O como decía mi madre: ¡Com tal de que no perda `l cap, sigue lo que Deu vullgue!

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