sábado, 29 de octubre de 2016

DESDE MI VENTANA, 90


 ¡QUE APROBECHE!


No me gustan las lentejas, pero si no hay otra cosa... Tampoco me gusta Rajoy, pero estoy preparado a tragarme el sapo esta tarde cuando se abstengan los socialistas en su investidura. ¡Qué remedio! Lo que no haré es ir a la plaza de España de Zaragoza para remedar y secundar la iniciativa de Rodea el Congreso que a la misma hora tendrá lugar en Madrid.





Nacido en aquel tiempo deplorable cuando las lentejas de come y calla eran el pan de cada día y la boca servía solo para comer esa miseria y decir amen, no voy renunciar al mal menor de un sistema, la democracia, donde cuentan los votos cuando los hombres no se entienden hablando.



Una mayoría que grite en la calle no es mejor ni peor que un parlamento donde los unos no escuchan a los otros. La libertad de pensamiento y su ejercido en la plaza y en el parlamento, el diálogo entre personas razonables que quieran entenderse y antepongan el sentido común y la razón a los intereses particulares, es lo mejor que para todos como para mi deseo. Por eso he luchado y lucharé mientras viva. Mientras tanto estoy dispuesto a tragarme un sapo y los que hagan falta antes de llegar a las manos. ¿Ustedes gustan? Bon profit a tothom, de totes formes.



Los romanos llamaban idiotas a quienes se desentendían de la política. Pero hoy muchos políticos se pasan de listos. Entre unos y otros, entre poc i massa està la bona mesura”: los buenos ciudadanos que eligen bien a buenos parlamentarios.



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