BANDERA DE LA ESPERANZA
Hay una fe filosófica
sin la que no es posible la filosofía auténtica. Me refiero a la
aceptación de la vida en principio, al menos como pregunta y
búsqueda de sentido.
Como cuestión abierta en la que andamos
metidos por mucho que digamos saber o no saber, como cuestión
pendiente y sostenida, como bandera de la esperanza no vencida.
Quien se la echa a la espalda y no quiere ni oír hablar de ella
no se hace cargo de su vida ni de nada, es un irresponsable, piensa
que la vida es un mal trago y se la toma con filosofía, como si
fuera ésta una tisana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario