miércoles, 1 de abril de 2015

DESDE MI VENTANA,29


CUIDAR LA PRESENCIA



El cuerpo es la presencia, percha de todas las modas y vestido de la mona desnuda y



 del mono que lo cubre de tatuajes para realzar su presencia. 










 

Dejar el ombligo al aire -ojo que no ve- para ser visto, es poner una diana para los ojos que ven. Una moda vistosa de desnudarse y un modo guerrero de vestirse. El escote “palabra-de-honor” es en cambio como un prado en la montaña: descanso y pasto para los ojos. Si hagamos lo que hagamos siempre salimos des-nudos, ¿por qué no salimos bien vestidos? Me refiero a los buenos hábitos y , en especial, al buen gusto. No me gustan los tatuajes.

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